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Una férula oclusal, popularmente conocida entre los pacientes como férula de descarga, es un dispositivo de resina rígida transparente que se coloca en la boca encajada sobre los dientes de una arcada, es decir, puede confeccionarse a medida de los dientes superiores o a medida de los dientes inferiores. Por lo tanto, son dispositivos totalmente personalizados e intransferibles, ya que se hacen a medida de la dentadura del paciente.

¿Para qué sirve la férula de descarga?

 La férula de descarga habitualmente se utiliza para evitar o minimizar las consecuencias que produce el bruxismo. El bruxismo, es el acto involuntario de apretar y/o rechinar los dientes, y aunque puede manifestarse tanto de día como de noche, lo más frecuente es que se produzca durante las horas de sueño. 

Este apretamiento y/o rechinamiento dental continuado puede causar lesiones permanentes en  los dientes (desgaste de las piezas, fisuras y/o fracturas), retracción de encías, dolor molesto en  la mandíbula, dolores de cabeza, dolor de espalda o dolor de oído.

Por lo tanto, la finalidad de la férula de descarga no es evitar el bruxismo, sino que su objetivo  es reducir los efectos que éste puede producir sobre la persona que lo padece. Por eso, con la  férula buscamos reposicionar la mandíbula y relajar la musculatura masticatoria, para eliminar  o disminuir el dolor que puede aparecer, tanto muscular como articular. Al mismo tiempo,  también protege los dientes del desgaste causado por el rechinamiento, así como de las posibles  fisuras o fracturas que pueden sufrir debido a la fuerza ejercida sobre ellos. 

¿Qué consecuencias negativas tiene el bruxismo?

Como hemos comentado anteriormente, el bruxismo puede provocar un desgaste progresivo del esmalte, dejando expuesta la capa más interna del diente, conocida como dentina. Esto  puede generar una hipersensibilidad dental, que suele aparecer al ingerir alimentos o bebidas con temperaturas extremas, es decir, o muy frías o muy calientes. Además, la sobrecarga mecánica a la que están sometidos estos dientes, puede incluso provocarles fisuras y/o fracturas.  

Por otro lado, el bruxismo también puede producir dolor muscular y/o articular debido a la  contractura constante de la musculatura masticatoria durante el periodo de apretamiento y/o  rechinamiento dental. Por esto, es frecuente que los pacientes bruxistas puedan notar dolor de  cabeza en la zona delante de las sienes, delante del oído y/o en la mandíbula, que puede ir desde  una ligera sensibilidad al tacto hasta una molestia extrema. Incluso si es muy fuerte, puede  interrumpir el sueño del paciente, no consiguiendo la función reparadora y de descanso del  mismo. 

¿Cómo cuido mi férula?

La férula se debe limpiar después de su uso, con un cepillo de dientes (reservado únicamente  para el dispositivo) y agua, con el fin de que las bacterias no empiecen a proliferar en su  superficie. No es recomendable usar pasta de dientes en el cepillo para limpiar la férula, ya que  la mayoría de las pastas contienen componentes abrasivos que pueden acelerar su desgaste.  Después de la limpieza diaria debemos secarla y guardarla en su caja, la que también debe  limpiarse periódicamente. Además, es importante realizar una limpieza profunda de la férula una vez a la semana, y para ello se debe introducir en un recipiente con agua en el que se ha disuelto una pastilla efervescente especial para la limpieza de prótesis. Tras el tiempo indicado  en las instrucciones del producto, se debe cepillar, enjuagar y guardar hasta su próximo uso.

Igualmente, las férulas tienen que ser ajustadas periódicamente, y por eso es importante que el dentista tenga un seguimiento adecuado del tratamiento, con tal de valorar la evolución clínica y reajustar el dispositivo cuando sea necesario. 

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